El horno es uno de los electrodomésticos más utilizados y es normal que se acumule suciedad con el paso del tiempo y pase desapercibido. Pueden pasar meses antes de que se des cuenta del horror de la situación, y para entonces te enfrentas a capas de grasa y suciedad muy duras.
Es muy tentador buscar uno de esos limpiadores de horno todo en uno que dejas durante la noche, pero los vapores químicos pueden ser desagradables y tóxicos. Hay una forma más natural de hacer esta limpieza. En Mar de Higiene te contamos Cómo limpiar bien el horno.
¿Qué necesitas?
- Bicarbonato de sodio
- Agua
- Guantes de goma
- Paño o Bayeta húmeda de cocina
- Espátula de plástico o silicona
- Botella de spray
- Vinagre blanco
Instrucciones
- Vacía el horno : Retira las parrillas del horno, la piedra para pizza, el termómetro del horno y cualquier otra cosa que tengas dentro del horno.
- Haz una pasta de bicarbonato de sodio : en un tazón pequeño, mezcla 1/2 taza de bicarbonato de sodio con unas cucharadas de agua. Ajusta la proporción de ambos según sea necesario hasta que tengas una pasta untable. Pueden ser alrededor de 3 cucharadas de agua para obtener la consistencia deseada.
- Echa la pasta en el horno: Extiende la pasta por todas las superficies interiores del horno. Utilizar guantes puede ayudar a limpiar todos los rincones sin que te preocupes por la suciedad en tus manos. El bicarbonato de sodio se volverá de un color marrón al frotarlo; también puede ser más grueso en algunos lugares que en otros y es normal. Trata de cubrir todo el horno lo mejor que puedas, prestando especial atención a las áreas con más grasa.
- Déjalo reposar durante la noche: deja que la mezcla de bicarbonato de sodio repose durante al menos 12 horas, o durante la noche.
- Limpia las parrillas o bandejas del horno: Mientras tanto, limpia las parrillas del horno.
- Limpie el horno: Después de 12 horas más o menos, coge un paño de cocina húmedo y limpia la mayor cantidad de pasta de bicarbonato de sodio seca que puedas. Usa una espátula de plástico o silicona para ayudar a raspar la pasta según sea necesario.
- Rocía un poco de vinagre: Pon un poco de vinagre en una botella rociadora y rocía en todas partes donde todavía vea residuos de bicarbonato de sodio en su horno. El vinagre reaccionará con el bicarbonato de sodio y formará una espuma suave.
- Haga una limpieza final: Coge el paño húmedo y limpia el resto de la mezcla espumosa de vinagre y bicarbonato de sodio. Repite hasta que desaparezcan todos los residuos de bicarbonato de sodio. Agrega más agua o vinagre según sea necesario mientras limpias para que el horno esté realmente limpio y brillante.
- Coloca las bandejas del horno: Coloca las bandejas del horno y cualquier otra cosa que guardes ahí, ¡y listo!